La serie Pixel 10 de Google ha llegado con una característica innovadora que está dando mucho que hablar: Pro Res Zoom con IA. Esta función promete ampliaciones de hasta 100x gracias a modelos generativos capaces de “reconstruir” detalles donde el sensor de la cámara ya no alcanza.
La promesa es clara: acercarte más que nunca a tus sujetos. Sin embargo, surge una duda: ¿en qué punto una foto deja de ser una foto?
¿Qué es Pro Res Zoom?
Pro Res Zoom va más allá del zoom digital clásico. En los modelos Pro, el sistema toma la señal limitada del sensor a gran distancia y, mediante un modelo de difusión (IA generativa), crea píxeles y texturas nuevas para completar la imagen. Esto va más allá de un simple afilado o interpolación, ya que realmente añade información que no estaba presente en el fichero original.
Aunque muchas marcas utilizan algoritmos para mejorar el zoom, Pixel 10 se destaca al asumir el enfoque generativo sin tapujos, etiquetándolo como IA. El beneficio práctico es evidente en situaciones como la fotografía de naturaleza, deportes o turismo, donde se pueden obtener encuadres lejanos que parecen imposibles. Sin embargo, a cambio, surge un alternativa: la fidelidad de la imagen.
En ampliaciones extremas, el fichero contiene bastante poca señal útil. El modelo generativo, entrenado con patrones visuales, rellena huecos y reconstruye detalles de manera verosímil. El resultado puede ser estéticamente convincente, pero no garantiza que cada carácter o rasgo fino sea real. Es una aproximación probabilística, no una copia exacta de la escena.
La pregunta incómoda: ¿sigue siendo fotografía?
Etimológicamente, fotografía significa “dibujar con luz”. Desde la cámara oscura hasta el salto digital, el ideal siempre ha sido representar la realidad con la mayor precisión posible. Sin embargo, con la IA generativa en la ecuación, este concepto se difumina: si el sistema inventa detalles plausibles, ¿se trata realmente de una captura o de una creación asistida?
La máxima “la cámara no miente” se popularizó hace más de un siglo. Sin embargo, hoy en día, cualquiera puede producir resultados que antes solo eran posibles para expertos en edición. En el ecosistema Pixel 10, además de Pro Res Zoom, funciones como Mejor Toma y Inclúyeme normalizan la edición inteligente para lograr “la mejor versión” de una escena o, incluso, insertar sujetos que no estaban presentes en el encuadre original.
La respuesta de Google: credenciales C2PA
Para abordar estas preocupaciones, Google ha implementado un sistema de credenciales C2PA (Content Credentials) en todas las fotos que utilizan la intervención de IA en Pixel 10. Este proceso ocurre en el dispositivo, utilizando el poderoso microcontrolador Tensor G5 y el chip de seguridad Titan M2, generando metadatos seguros que documentan el flujo de creación y alcanzan la máxima calificación de seguridad definida por C2PA. Es un paso relevante hacia la trazabilidad del espaciosidad y la protección de la privacidad de los usuarios.
Sin embargo, cabe preguntarse si el público en general estará dispuesto a abrir los metadatos de una foto antes de confiar en ella. Tal vez la industria deba consensuar etiquetas visuales claras y fácilmente reconocibles, para diferenciar entre una captura directa y un espaciosidad generado o mejorado por IA.
En conclusión, la serie Pixel 10 de Google ha introducido una función innovadora que promete acercarte más que nunca a tus sujetos. Sin embargo, esta función plantea un alternativa ético sobre la fidelidad de la imagen y el concepto de fotograf