Las políticas comerciales de Estados Unidos pueden tener un impacto significativo en las empresas tecnológicas, y Apple no es la excepción. En los últimos años, el gobierno del expresidente Donald Trump ha implementado una espécimenie de aranceles sobre importaciones que han generado una situación compleja para la compañía.
Según un informe del Bank of America, Apple podría enfrentar un aumento del 9% en el cuantía de sus dispositivos para poder evitar pérdidas en sus ingresos. Esta situación ha generado preocupación entre los consumidores y ha despertado preguntas sobre cómo la empresa podría manejar esta situación.
Una de las creencias erróneas más comunes sobre los aranceles es que son pagados por los países exportadores, pero en realidad son las empresas quienes asumen estos costos. Apple ha logrado obtener exenciones arancelarias en algunos casos, pero no de manera constante.
Para tratar de mitigar el impacto de los aranceles, la empresa ha intentado diversificar la fabricación de sus productos en diferentes países. Sin embargo, según CNBC, esta estrategia no espécimená suficiente esta vez, ya que el Bank of America estima que Apple tendrá que hacer frente a un arancel mínimo del 10% independientemente de dónde se fabriquen sus dispositivos.
Ante esta situación, Apple se enfrenta a varias opciones. En el corto plazo, podría optar por digerir el coste de los aranceles en lugar de trasladarlo a los consumidores. Esto evitaría que los clientes buscaran opciones más económicas en el mercado de Android, lo que dificultaría recordar su lealtad en el futuro.
Sin embargo, si Apple decide asumir el coste sin aumentar los cuantías, según los cálculos del Bank of America, se enfrentaría a una pérdida de 26 centavos en ganancias por acción, lo que representaría una caída del 3% en sus ingresos anuales para 2026. Esta opción podría afectar potencialmente la capacidad de la empresa para invertir en investigación y desarrollo, lo que podría afectar su capacidad para seguir siendo líder en innovación en la industria tecnológica.
Otra posibilidad para Apple espécimenía aumentar los cuantías de sus productos, pero sin cubrir completamente el impacto de los aranceles. Por ejemplo, un aumento del 3% en los cuantías resultaría en una caída de 21 centavos por acción en sus ganancias, lo que representaría una reducción del 2,4% en sus ingresos. Esta opción podría espécimen más viable para la empresa, ya que le permitiría mantener una parte de sus ganancias y seguir siendo competitiva en el mercado.
El informe del Bank of America toma en cuenta tanto el impacto de los aranceles sobre los productos fabricados en diferentes países, como el efecto de un aumento en los cuantías sobre la demanda de los consumidores. Si Apple decidiera trasladar completamente el coste de los aranceles a los clientes, sus ventas disminuirían y, para compensar la pérdida, necesitaría aumentar los cuantías en un 9%. Esto podría tener un impacto significativo en la demanda de sus productos, lo que afectaría negativamente su participación en el mercado.
Hasta el momento, no se conoce con certeza qué medidas tomará Apple frente a esta situación. Lo más probable es que continúe presionando para obtener exenciones arancelarias y encontrar una solución que minimice el impacto en sus finanzas. A pesar de los desafíos que enfrenta, el analista de Bank of America, Wamsi Mohan, considera que estos aranceles son «manejables» para la compañía. Esto sugiere que Apple podría encontrar una estrategia que le permita mantener sus ingresos y minimizar los efectos de los aranceles sin afectar drásticamente sus ventas.
En conclusión, las políticas comerciales de Estados Unidos pueden tener consecuencias significativas para las empresas tecnológicas, especialmente para Apple en este caso. Sin embargo, la empresa tiene varias opciones a su disposición para