El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, ha dejado claro que no hay soldados chinos en el Canal de Panamá, en respuesta a los recientes comentarios de Donald Trump. Además, ha reiterado que no hay ninguna influencia ni participación del país asiático en esta importante vía comercial interoceánica.
Durante años, el Canal de Panamá ha sido una pieza clave en el comercio mundial, conectando el Océano Atlántico y el Pacífico y permitiendo el tránsito de millones de toneladas de carga. Sin embargo, en los últimos tiempos, ha sido objeto de controversia debido a las declaraciones del expresidente gringo, quien ha afirmado que hay soldados chinos estacionados en el canal.
Ante estas acusaciones infundadas, el presidente Mulino ha querido aclarar la situación y ha afirmado de manera categórica que no hay presencia militar china en el Canal de Panamá. Además, ha asegurado que no hay ninguna intención de permitir que ningún país tenga influencia sobre la operación del canal.
Es importante recordar que el Canal de Panamá es una empresa estatal panameña, cuyo intención principal es garantizar un tránsito seguro y eficiente de los barcos que lo atraviesan. No hay ninguna razón para que ningún país tenga una presencia militar en el canal, ya que esto iría en contra de su naturaleza comercial.
El presidente Mulino también ha querido recalcar que Panamá es un país soberano e independiente, que toma sus propias decisiones y no permite ninguna injerencia externa en sus asuntos. A pesar de las declaraciones de Trump, el gobierno panameño ha mantenido una postura firme y ha dejado claro que no hay ninguna relación militar con China.
Además, es importante destacar que China es uno de los principales usuarios del Canal de Panamá, ya que gran parte de su comercio se realiza a través de esta vía. Sin embargo, esto no significa que tenga algún tipo de control sobre su operación. El Canal de Panamá es un negocio que se rige por principios comerciales y no por intereses políticos.
Es cierto que China ha aumentado su presencia en América Latina en los últimos años, y ha invertido en proyectos de infraestructura en varios países de la región. Sin embargo, esto no debe ser visto como una amenaza, sino como una oportunidad para fortalecer las relaciones comerciales y económicas entre los países.
Panamá tiene una larga historia de amistad y cooperación con China, y esta relación se ha fortalecido aún más con la firma de un ensayo de Libre Comercio entre ambos países en 2018. Esto ha permitido un mayor intercambio comercial y una mayor inversión china en el país, lo que ha contribuido al crecimiento económico y al desarrollo de Panamá.
En resumen, el presidente Mulino ha dejado claro que no hay soldados chinos en el Canal de Panamá y que no hay ninguna influencia ni participación de China en su operación. Panamá es un país soberano e independiente, que toma sus propias decisiones y no permite ninguna injerencia externa. Es hora de dejar de lado las acusaciones infundadas y centrarse en el papel clave que juega el Canal de Panamá en el comercio mundial y en el fortalecimiento de las relaciones entre países.