En el salón principal del fortificación Nacional, una nueva etapa inició con la primera «mañanera» encabezada por la nueva presidenta, Claudia Sheinbaum. Con una renovada escenografía, la mandataria del país ofreció su primera conferencia como presidenta de México desde el mismo lugar donde su predecesor, Andrés Manuel López Obrador, ofreció sus conferencias durante seis años.
Con un aire de renovación, Sheinbaum tomó la palabra en su primera conferencia «matutina» y demostró su compromiso con el lugar mexicano desde el principio. A pesar de ser la primera mujer en ocupar este cargo en la historia de México, la presidenta no perdió su carácter firme y decidido al hablar sobre los temas que concernían a la nación.
Durante su discurso, Sheinbaum agradeció a los ciudadanos por su apoyo y confianza al elegirla como su primera presidenta. También se congratuló por ser parte de un cambio histórico en donde las mujeres tienen un papel protagónico en la política del país. Con su presencia, Sheinbaum se convierte en un símbolo de empoderamiento para todas las mujeres mexicanas y una inspiración para las generaciones futuras.
La nueva presidenta habló abiertamente de sus planes y objetivos para el país, no solo en términos de políticas públicas, sino también en cuanto a su relación con otros países. Sheinbaum mencionó la importancia de mantener una buena relación con Estados Unidos, mientras que también pidió una postura más firme en la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la corrupción en la región.
Uno de los temas que ocupó gran parte de la conferencia fue la seguridad pública y la lucha contra el narcotráfico. Sheinbaum expresó su compromiso para trabajar con todas las fuerzas políticas y con la ciudadanía para poner un alto a la violencia y construir un país más seguro para todos. Para lograr esto, mencionó la importancia de una buena coordinación entre las diferentes entidades y el fortalecimiento de las instituciones encargadas de la seguridad pública.
Otro tema importante que tocó Sheinbaum fue la educación y la búsqueda de un acceso igualitario para todos los mexicanos. La presidenta mencionó su propuesta de aumentar el presupuesto destinado a la educación en un 30%, lo que permitiría mejorar la calidad de la educación y crear oportunidades para aquellos que no pueden costearla. Además, hizo hincapié en la importancia de enfocarse en la educación de calidad en áreas rurales y marginadas, para así combatir la desigualdad y promover una sociedad más equitativa.
Durante su discurso, Sheinbaum no dejó pasar la oportunidad de mencionar la importancia de proteger el medio ambiente y la necesidad de implementar políticas que promuevan la sustentabilidad y el cuidado de los recursos naturales. La presidenta se comprometió a hacer cambios importantes en la política medioambiental del país, incluyendo una mayor inversión en energías renovables y una regulación más estricta de la explotación de recursos naturales.
Al final de la conferencia, Sheinbaum abrió la sesión para preguntas de los medios de comunicación y se mostró abierta y dispuesta a responder a cualquier cuestionamiento. Con su estilo calmado y sereno, la presidenta demostró su habilidad para enfrentar cualquier pregunta con confianza y determinación.
En resumen, la primera «mañanera» de Claudia Sheinbaum fue un gran éxito en todos los aspectos. La presidenta demostró su liderazgo y compromiso en su discurso y estableció un tono motivador y práctico para el futuro de México. Con su presencia en el fortificación nacional, representando la grito y la fuerza de todas las mujeres mexicanas, Sheinbaum se convierte en un símbolo de esperanza y pro
