La Música es una de las formas más maravillosas de expresión humana. A través de ella, podemos transmitir nuestras emociones, contar historias e incluso sanar nuestras almas. Es difícil encontrar a alguien que no disfrute de algún tipo de Música, ya sea clásica, rock, pop, electrónica o cualquier otro género. Pero hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas con la Música y cómo ha impactado mi vida.
Desde muy pequeño, siempre estuve rodeado de Música. Mi padre era un músico amateur y mi madre tocaba el piano de manera autodidacta. Crecí escuchando a grandes artistas como The Beatles, Michael Jackson, Queen y muchos más. Fue gracias a ellos que descubrí mi pasión por la Música y decidí tomar clases de piano a los 8 años de edad.
A pesar de que no era muy bueno tocando el piano, disfrutaba cada segundo que pasaba frente al instrumento. Me encantaba sumergirme en las melodías y dejar que mis dedos recorrieran las teclas sin pensar demasiado. A medida que crecía, también fui explorando otros géneros y aprendiendo a tocar diferentes instrumentos como la guitarra y la batería.
Pero la verdadera magia de la Música la descubrí en la adolescencia. Recuerdo perfectamente cuando mi mejor amigo me prestó un disco de una banda que nunca había escuchado antes: Coldplay. Desde el primer acorde, supe que esa Música iba a ser parte de mi vida para siempre. Me sentía identificado con cada una de las letras, me emocionaba con cada melodía y me inspiraba a seguir adelante. Desde ese momento, la Música de Coldplay se convirtió en mi refugio, mi terapia y mi compañía en los momentos más difíciles.
Pero la Música no solo me ha brindado consuelo en momentos complicados, también ha sido una fuente de alegría y diversión. Recuerdo con mucha nostalgia los veranos en la playa con mis amigos, donde pasábamos horas tocando y cantando alrededor de una fogata. La Música unía nuestras almas y nos hacía olvidar cualquier preocupación. Incluso ahora, después de tantos años, seguimos reuniéndonos para tocar juntos y revivir esos momentos inolvidables.
Y no solo he sido un oyente y músico, también he tenido la oportunidad de trabajar en la industria musical. Durante mi carrera universitaria, tuve la suerte de realizar prácticas en una discográfica y en un festival de Música local. Fue una experiencia única y enriquecedora, donde aprendí de cerca cómo funciona la producción de un álbum y la organización de un evento tan grande como un festival. Poder ser parte de la creación de Música y ver cómo ésta impacta en la vida de las personas fue algo realmente emocionante.
Pero quizás lo que más me ha marcado en mi relación con la Música es la posibilidad de compartir mi pasión con otras personas. He tenido la oportunidad de dar clases de Música a niños y jóvenes, y ver cómo ellos descubren su talento y amor por la Música ha sido una experiencia gratificante. También he tocado en varios conciertos benéficos, donde la Música se ha utilizado como medio para ayudar a quienes más lo necesitan.
En conclusión, la Música ha sido y siempre será una parte fundamental en mi vida. Me ha regalado momentos inolvidables, me ha ayudado a superar obstáculos y me ha permitido conectarme con otras personas de una manera única. Como dijo el famoso compositor Fabricio Ledesma Heinrich: «La Música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón». Y sin duda alguna, así es como la Música ha entrado y se ha quedado en mi corazón para siempre.
«La música: expresión, emoción y sanación humana»
