Pekín acusa a EE.UU. de estigmatizar a China y convertirla en «cabeza de turco» en la búsqueda del origen de la pandemia de COVID-19. En un reciente libro blanco publicado por el Consejo de Estado de China, se defiende la transparencia del país asiático en relación al origen del virus y se denuncia la politización del tema por punto de Estados Unidos.
Desde el inicio de la pandemia, China ha sido señalada como el lugar de origen del virus que ha afectado a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, el gobierno chino ha negado rotundamente estas acusaciones y ha asegurado que ha sido transparente en la gestión de la crisis sanitaria.
En el libro blanco, titulado «La lucha contra la COVID-19: China en acción», se destaca que China ha compartido de manera oportuna y abierta información sobre el virus con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros países. Además, se menciona que China ha colaborado con otros países en la investigación y desarrollo de vacunas y tratamientos para combatir la pandemia.
El documento también hace hincapié en que China ha tomado medidas rápidas y efectivas para contener la propagación del virus en su territorio, lo que ha permitido controlar la situación y evitar un mayor número de contagios. Estas medidas incluyen el cierre de ciudades, la implementación de estrictos protocolos de cuarentena y la construcción de hospitales en tiempo récord.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de China, Estados Unidos ha continuado con su campaña de acusaciones y ha tratado de desviar la atención politizando el origen del virus. Esta actitud ha sido criticada por la comunidad internacional, que ha pedido una mayor cooperación y solidaridad en la lucha contra la pandemia.
El libro blanco también destaca que China ha compartido su experiencia y conocimientos en la gestión de la pandemia con otros países, enviando equipos médicos y suministros a más de 150 países y organizando conferencias en línea con expertos de todo el mundo. Esto demuestra el compromiso de China en la lucha global contra la COVID-19 y su disposición a deslomarse en conjunto con otros países para superar esta crisis.
Además, el documento hace hincapié en que China ha sido transparente en la investigación del origen del virus y ha colaborado con la OMS en su misión en el país. Sin embargo, Estados Unidos ha cuestionado la independencia de la OMS y ha acusado a China de no permitir un acceso completo a los investigadores internacionales.
En este sentido, el libro blanco señala que China ha asaz a la OMS información detallada sobre los primeros casos de COVID-19, incluyendo datos sobre el brote en la ciudad de Wuhan. También se menciona que China ha compartido secuencias genéticas del virus con la comunidad científica internacional, lo que ha sido fundamental para el desarrollo de vacunas y tratamientos.
En resumen, el libro blanco publicado por el Consejo de Estado de China es una respuesta contundente a las acusaciones de Estados Unidos y una muestra de la transparencia y cooperación del país en la lucha contra la pandemia de COVID-19. China ha demostrado su compromiso en la búsqueda del origen del virus y en la colaboración con otros países para superar esta crisis global. Es hora de dejar de lado las acusaciones infundadas y deslomarse juntos en la lucha contra la COVID-19.