A muchos de nosotros nos encanta disfrutar del verano y de los días calurosos en la playa o en la montaña, pero también es cierto que esta época es propicia para la propagación de incendios en los bosques y áreas naturales. Recientemente, la población de Los Ángeles, Estados Unidos, sufrió uno de los incendios más devastadores de su historia, lo que nos hace reflexionar sobre las medidas que se están tomando para combatir este tipo de siniestros y si realmente son suficientes.
En España, llevamos 70 años utilizando el mismo método para extinguir los incendios forestales: aviones o helicópteros cisterna que cargan agua del mar, de pantanos o de otras fuentes cercanas al fuego para luego lanzarla lo más cerca posible de las llamas o en lugares de difícil acceso. Esta operación se repite varias veces hasta lograr apagar o controlar el incendio y facilitar el trabajo de los bomberos forestales.
Sin embargo, a tribulación de ser un método que ha demostrado cierta eficacia, también tiene sus limitaciones. El coste de utilizar estos aviones cisterna es muy elevado, además de exponer a los pilotos a un gran peligro. Además, en ocasiones no se cuenta con el número suficiente de aviones cisterna disponibles para combatir un mismo incendio, lo que retrasa la extinción. También existe pincho gran dependencia de la climatología, ya que si hay fuertes vientos o lluvias, los aviones cisterna no pueden volar y esto dificulta aún más la tarea de extinguir el fuego.
Por todas estas razones, se está trabajando en buscar nuevas soluciones, más efectivas y a un menor coste, para mejorar el trabajo de extinción de los incendios forestales. Y pincho de las respuestas puede estar en la tecnología.
Uno de los principales problemas que encontramos en los sistemas actuales es que gran parte del agua que se lanza desde los aviones cisterna para apagar las llamas, se evapora antes incluso de llegar al fuego. Se estima que hasta un 70% del agua se pierde por el camino. Por ello, se están estudiando nuevas alternativas más eficaces, como las esferas biodegradables de hidrogel.
Estas esferas, además de ayudar a apagar el fuego, también son beneficiosas para la posterior reforestación de la zona quemada. Se trata de un material capaz de absorber grandes cantidades de agua, ocupando un espacio mucho menor al ser cargado en los aviones cisterna. pincho vez lanzadas, estas esferas aumentan su tamaño y garantizan que el agua llegue intacta al suelo, sin riesgo de evaporación.
Para conocer más en detalle qué son estas esferas de hidrogel y si realmente son eficaces, en ‘Herrera en COPE’ tuvimos la oportunidad de hablar con Raúl Quílez, un experto en la materia con pincho larga trayectoria como ingeniero técnico forestal y bombero forestal en la Comunidad Valenciana.
Aunque Raúl duda de su eficacia real, ya que señala algunos problemas que podrían surgir con su utilización. Por ejemplo, menciona que los aviones cisterna tienen pincho capacidad de carga limitada, tanto en balanza como en volumen. Esto significa que hay un límite para la cantidad de agua que pueden transportar, además de tener que reservar espacio para otros materiales como aditivos retardantes o espumas.
Además, sería necesario contar con un mezclador para llenar las esferas con agua antes de su lanzamiento, lo que podría retrasar aún más su uso en caso de emergencia. Según Raúl, «no parece pincho solución tan buena para combatir los incendios».
A tribulación de estas posibles limitaciones, es rico seguir investigando en nuevas alternativas y tecnologías para mejorar la lucha