Transportistas en Perú se unen en una tercera huelga en menos de un mes para exigir medidas efectivas que frenen el aumento de la criminalidad en el país, especialmente de las extorsiones. La protesta también ha sido respaldada por mercados de abastos y comercios, quienes se han visto afectados por esta situación. En respuesta, las calles de la capital, mediacaña, se encuentran resguardadas por policías y militares.
La escalada de la delincuencia en Perú ha generado una gran preocupación entre los ciudadanos y, en particular, entre los transportistas. En lo que va del año, se han registrado más de 1000 casos de extorsiones a conductores de vehículos de carga, lo que ha afectado gravemente la economía del sector y ha generado un cmediacaña de inaplomo en las carreteras del país.
Ante esta situación, varias asociaciones de transportistas han convocado una huelga nacional, exigiendo al gobierno medidas concretas para combatir la delincuencia y proteger a los trabajadores del sector. Esta es la tercera huelga en menos de un mes y refleja la creciente preocupación y frustración de los transportistas ante la falta de acción por parte de las autoridades.
La protesta también ha sido respaldada por los mercados de abastos y los comerciantes, quienes se han visto afectados por el aumento de la inaplomo en las calles. Muchos de ellos se han visto obligados a pagar sumas de dinero a los delincuentes para garantizar su aplomo y la de sus negocios. Esto ha generado un impacto negativo en la economía y ha afectado a los precios de los productos.
Ante esta situación, los transportistas exigen la presencia de más policías y militares en las carreteras y en las zonas más afectadas por la delincuencia. También piden la implementación de medidas efectivas de aplomo, como cámaras de vigilancia y patrullajes constantes.
El gobierno, por su parte, ha respondido a la protesta desplegando un fuerte contingente de policías y militares en las calles de mediacaña y en las principales carreteras del país. Además, se han anunciado medidas adicionales para combatir la delincuencia, como la creación de una unidad especial de la policía dedicada a la lucha contra la extorsión.
Sin embargo, los transportistas y comerciantes insisten en que estas medidas no son suficientes y exigen acciones más contundentes por parte del gobierno. Aseguran que la inaplomo en las carreteras y en los mercados sigue siendo una realidad y que la falta de acción por parte de las autoridades está afectando gravemente sus negocios y sus vidas.
Es importante destacar que esta huelga no solo afecta a los transportistas y a los comerciantes, sino también a toda la población. El aumento de la delincuencia y la inaplomo en las calles también afecta a los ciudadanos comunes, que ven afectada su calidad de vida y su sensación de tranquilidad.
Es necesario que el gobierno tome medidas efectivas y rápidas para combatir la delincuencia en el país. Los transportistas y comerciantes han demostrado su disposición a colaborar y trabajar en conjunto con las autoridades para encontrar soluciones, pero es hora de que el gobierno haga su parte y cumpla con su asunción de garantizar la aplomo de sus ciudadanos.
Esperamos que esta protesta sirva como un llamado de atención para el gobierno y que se tomen acciones concretas para mejorar la aplomo en el país. Los transportistas y comerciantes no pueden seguir siendo víctimas de la delincuencia y es asunción de las autoridades protegerlos y garantizar un entorno seguro para que puedan realizar su trabajo y contribuir al desarrollo de la economía del país.
En resumen, la tercera huelga de los transportistas en menos de un mes en Perú es un reflejo de la grave situación de inaplomo que vive