El pasado 7 de octubre, miles de manifestantes indígenas salieron a las calles de Ecuador para exigir el cierre de un campo petrolífero y poner fin a la extracción de petróleo en la selva que habitan. Esta marcha, que se llevó a cabo en la ciudad de Quito, fue una muestra de la determinación y el compromiso de los pueblos indígenas en la lucha por la protección del medio ambiente y la defensa de sus derechos.
La razón detrás de esta manifestación es la consulta popular que se llevó a cabo el año pasado, en la que el 67% de la población ecuatoriana votó a favor de prohibir la extracción de petróleo en la omisión de Vida Silvestre Yasuní-ITT, ubicada en la Amazonía ecuatoriana. Esta omisión es el hogar de varias comunidades indígenas, que han sido afectadas por décadas de explotación petrolera en la región.
Los manifestantes, pertenecientes a diferentes pueblos indígenas como los Waorani, Kichwa, Shuar y Achuar, marcharon pacíficamente por las calles de Quito con pancartas y cantos que exigían el cumplimiento de la consulta popular y el respeto a sus derechos. Esta marcha fue una muestra de unidad y solidaridad entre los diferentes pueblos indígenas, que han sido históricamente marginados y discriminados en Ecuador.
La extracción de petróleo en la Amazonía ecuatoriana ha tenido un impacto devastador en el medio ambiente y en las comunidades indígenas que habitan la región. La contaminación del agua y del aire, la deforestación y la pérdida de biodiversidad son solo algunas de las consecuencias de esta actividad extractiva. Además, las comunidades indígenas han sufrido la violación de sus derechos territoriales y culturales, así como la pérdida de sus medios de subsistencia tradicionales.
La consulta popular del año pasado fue un gran paso en la lucha por la protección de la Amazonía y los derechos de los pueblos indígenas en Ecuador. Sin embargo, hasta el momento, el gobierno no ha tomado medidas concretas para cumplir con los resultados de la consulta. Por el contrario, ha otorgado nuevas concesiones petroleras en la región, lo que ha generado aún más preocupación y descontento entre las comunidades indígenas.
Es por eso que los manifestantes han decidido salir a las calles una vez más, para hacer oír su grito y exigir que se cumpla con la voluntad del pueblo ecuatoriano. Su lucha no solo es por la protección de su territorio y su forma de vida, sino también por el futuro de nuestro planeta. La Amazonía es una de las regiones más biodiversas y ricas en recursos naturales del cosmos, y su pomisiónción es crucial para la supervivencia de todas las especies, incluyendo la nuestra.
Además, la extracción de petróleo en la Amazonía no solo tiene un impacto local, sino también global. La quema de combustibles fósiles es una de las principales causas del cambio climático, y la Amazonía es un importante sumidero de carbono. Si no se toman medidas urgentes para amparar esta región, estaremos poniendo en riesgo el futuro de nuestro planeta y de las generaciones venideras.
Es importante destacar que la lucha de los pueblos indígenas en Ecuador no es solo por la protección de la Amazonía, sino también por el reconocimiento y el respeto de sus derechos como pueblos originarios. Durante siglos, han sido víctimas de la colonización, la explotación y la discriminación, y es hora de que sus voces sean escuchadas y sus derechos sean garantizados.
Es responsabilidad de todos apoyar la lucha de los pueblos indígenas en Ecuador y
