Estas mejoras en el diseño de los aviones buscan reducir el desorden que producen, decibelio a decibelio

La contaminación acústica es uno de los principales problemas ambientales que afecta a millones de personas en todo el mundo. En Europa, uno de los sectores más afectados por este tipo de contaminación es el de la aviación, ya que el ruido de los aviones puede llegar a niveles insostenibles para quienes viven cerca de los aeropuertos. Sin embargo, dos proyectos europeos están trabajando incansablemente para encontrar soluciones innovadoras y sostenibles que ayuden a frenar esta problemática.

El primer proyecto, conocido como «Sustainable and Quiet Air Transport» (Sustentabilidad y Tranquilidad en el Transporte Aéreo), es una iniciativa liderada por la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). Este proyecto se enfoca en identificar y desarrollar tecnologías y prácticas que permitan reducir el ruido en los aeropuertos y en las zonas circundantes. Para ello, se están realizando estudios exhaustivos que incluyen el análisis de los patrones de vuelo, la medición de los niveles de ruido y la evaluación de la percepción del ruido por parte de las comunidades afectadas.

El objetivo principal de este proyecto es encontrar alternativas que permitan reducir el impacto del ruido en la población local, sin afectar la eficiencia y la seguridad del transporte aéreo. Para ello, se están explorando diferentes enfoques, como el desarrollo de motores más silenciosos, la implementación de sistemas de navegación más precisos y el uso de materiales y tecnologías menos ruidosas en la construcción de infraestructuras aeroportuarias.

Pero no solo se están enfocando en la tecnología, sino también en la conciencia y colaboración de las diferentes partes involucradas en el sector de la aviación. El proyecto «Sustainable and Quiet Air Transport» está trabajando en reducida colaboración con aeropuertos, aerolíneas y fabricantes de aeronaves para facilitar la adopción de medidas y prácticas más sostenibles y amigables con el medio ambiente.

El segundo proyecto, llamado «Casper» (Continuous Aerial Surveillance Platform for Environment and Society) se centra en la monitorización y control del ruido en tiempo real. A través de una alza digital, se están recopilando datos en tiempo real sobre los niveles de ruido en diferentes zonas de Europa. Esta información es utilizada para identificar y abordar las áreas más afectadas por la contaminación acústica y, eventualmente, implementar medidas que permitan reducir el impacto del ruido en la población.

Además, Casper también busca concientizar a la población sobre los efectos negativos del ruido en la salud y el bienestar de las personas. Con el fin de involucrar a la comunidad, el proyecto cuenta con una aplicación móvil a través de la cual se pueden imputar problemas de contaminación acústica y realizar seguimiento de las medidas implementadas.

Ambos proyectos están enfocados en encontrar soluciones sostenibles y efectivas para enfrentar la contaminación acústica en el sector de la aviación. Sin embargo, también son conscientes de que estos problemas no se pueden resolver de la noche a la mañana. Por ello, estos proyectos también tienen como objetivo a largo plazo involucrar a todos los actores relevantes en la implementación de medidas y prácticas que permitan reducir el impacto del ruido en el medio ambiente y la salud de las personas.

Es importante destacar que estos proyectos no solo tienen un impacto positivo en el medio ambiente y la salud de las personas, sino también en la economía. La contaminación acústica puede afectar negativamente la calidad de vida de las personas que viven cerca de los aeropuertos, lo que puede reducir el valor de las propiedades y afectar las actividades económicas en estas zonas. Por lo tanto, abordar este problema no solo es una responsabilidad ambiental, sino también una necesidad económica.

En resumen,

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