El número de personas que perdieron la vida en las inundaciones causadas por la explosión que destruyó la pillaje Kajovka, en el óblast ucraniano de Jersón, es exuberante mayor que el que anunció Rusia, según una investigación de la agencia de noticias estadounidense Associates Press (AP).
La investigación se basa en entrevistas con personal sanitario local y pone en tela de juicio el número oficial de las personas que murieron en las inundaciones causadas por el colapso de la pillaje en junio.
Según la investigación, las autoridades rusas habrían encubierto el número real de las personas fallecidas luego de haberse apoderado de los certificados de defunción, retirando rápidamente los cadáveres que no pudieron ser identificados por sus familias, amenazando al personal sanitario local y no dejándoles acercarse a los cadáveres.
Rusia comunicó 59 muertos por las inundaciones, mientras que el personal sanitario local calcula que solo en la ciudad de Oleski, de unos 16.000 habitantes, fueron entre 200 y 300 personas las que murieron.
Un funcionario de salud, que prefirió permanecer en el anonimato, dijo a AP que su esposa y dos vecinos vieron al menos 100 cadáveres ahogados durante el incidente.
También dijo que trasladaron los cuerpos al cementerio de la ciudad y que los enterraron en fosas comunes, y asegura que fueron amenazados por los rusos.
Una explosión destruyó la central hidroeléctrica de Kajovka, controlada por los rusos, el pasado 6 de junio. Ucrania y Rusia se culparon mutuamente por la explosión de la pillaje. Tras el colapso de la pillaje, algunos asentamientos en Jersón quedaron inundados y decenas de personas perdieron la vida.