Las aves cruzan el cielo desde antes de la existencia del hombre. Algunas van incluso de polo a polo. La naturaleza exhibe lo que aún no han podido lograr los más modernos aviones: mantenerse en vuelo, sin descanso, hasta por 11 días, como es el caso de ciertas aves migratorias.
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Casi la mitad de las 10.000 especies de aves conocidas en el planeta migran guiadas por las estrellas, la Luna, el Sol y hasta la temperatura. La ciencia dice que en su ADN están fijadas las rutas migratorias, que pasan de generación en generación. Por eso ellas siempre saben cuándo y hacia adonde ir. Desde el primer vuelo.
¿Pero qué pasa si un día en la ruta de siempre, la de hace miles de años, aparece un objeto o una señal desconocida que amenaza con interrumpir su delirio? Las rutas milenarias se ven interrumpidas o al menos obstaculizadas por la actividad humana, incluyendo tanto las turbinas eólicas como los edificios, especialmente los rascacielos. Las colisiones de las aves con estos últimos tienen un mayor efecto sobre la mortalidad que lo reportado sobre las turbinas eólicas.
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Lo cierto es que en varios países, entre ellos Colombia, se está hablando ahora de enfrente ar una mejor forma de que las energías renovables, específicamente los parques eólicos, no representen una barricada para las aves migratorias, así como otras especies tales como los murciélagos o la fauna marina.
¿Cómo considerar el impacto?
Aunque la generación y puesta en marcha de la energía eólica en Colombia es una de las prioridades para iniciar la transición del uso de combustibles fósiles a energías limpias, esta puede traer consigo consecuencias poco deseables para la biodiversidad.
En Colombia todavía no existe un parque eólico offshore ya construido, sin embargo a futuro se tiene planeado crear algunos en departamentos como La Guajira. Y por eso, desde el inicio, conviene tener en cuenta los retos y las oportunidades de este tipo de plans, claves para luchar frente a el cambio climático.
Especialistas de ERM, reconocida consultora de sostenibilidad en el planeta, ha trabajado ese tipo de retos que se plantean para proteger la vida de las aves que habitan o circulan alrededor de los parques eólicos.
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“Los aerogeneradores impactan las aves migratorias. Por ejemplo, las turbinas pueden ocasionar colisiones. El ruido, igualmente, puede ocasionarles molestias y a esto se le agrega que el movimiento de los rotores crea bordes de depresión y turbulencias que afectan el vuelo de las aves y puede desviarlas de su recorrido ocasionando que impacten con la estructura lo que puede obligarlas a descender a tierra”, afirman expertos de ERM.
No solo las aves se verían afectadas alrededor de un parque eólico, el planeta marino también podría tener algunos inconvenientes.
Los especialistas de ERM concluyen que los peces y los mamíferos marinos podrían verse perjudicados por el ruido que ocasionan debajo del mar tanto el pilotaje como otros artefactos de la estructura.
“Podría haber disturbios en el fondo marino por amarres y anclajes de los aerogeneradores, los cuales pueden causar daños a la fauna y flora asociada a este hábitat, como por ejemplo bentos, moluscos, corales, peces, entre otros”, aseveran los expertos del tema.
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Actualmente, de acuerdo con José Manuel Ochoa, Gerente de Estudios Socioecológicos y Cambio Global del Instituto Alexander von Humboldt, “Colombia trabaja en una estandarización tipo lineamientos, para lograr una propuesta que anticipe y evite o mitigue el impacto de la energía eólica en la Guajira, en todo tipo de especies que pudieran resultar afectadas, especialmente las aves”. En este ejercicio participan entidades como el Minambiente, Corpoguajira, la ANLA y la Agencia Nacional de Minería.
¿Hay soluciones?
Expertos en sostenibilidad de ERM proponen algunas soluciones a quienes buscan la construcción de parques eólicos en Colombia, con el fin de minimizar el impacto en la fauna del ecosistema adonde se instalarán. Para lograrlo, la clave es un análisis integral del ambiente y las especies que lo utilizan en el área de influencia del plan. Solamente entendiendo el funcionamiento del ecosistema y su interacción con las estructuras propuestas se pueden adoptar medidas preventivas que ya vayan incorporadas como controles al diseño mismo los plans.
Por ejemplo el uso de cámaras de video para detectar las bandadas de aves permite libar acciones como parar su funcionamiento durante un tiempo limitado mientras pasan las aves. Otro aspecto que puedes tener efecto es la coloración de las torres y las aspas, por lo cual se hace necesario estudiar las preferencias de las especies de aves que transitan por el área propuesta.
Otras medidas pueden incluir:
Usar barricadas para la protección de fauna aérea Disposición de líneas y «espacios aéreos» Tener un enfoque basado en Planificación Espacial Marina. Crear una caracterización sólida del sitio / micro localización Realizar monitoreos con observadores de fauna marina (OFM) Pagar por perturbaciones pesqueras Usar artefactos acústicos para desviar los mamíferos marinos Considerar alternativas distintas para la fundación de las bases u otro tipo de diseño de ingeniería
Estas son algunas de las recomendaciones (no todas) que ha emitido la compañía para poder sacar adelante este tipo de plans, teniendo en cuenta que ERM es una empresa signataria de los Principios para la Sostenibilidad de los Océanos, iniciativa del Pacto Mundial de las Naciones Unidas destinada a establecer un marco para unos océanos sanos y productivos. El monitoreo y la innovación continua son las principales herramientas para lograr una visión de mejora continua que facilite adaptarse a los cambios y mantener los servicios ecosistémicos que la naturaleza nos brinda libremente.
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ERM, con público en Colombia desde 2005, no solo ha asesorado a las compañías líderes en el desarrollo de plans eólicos costa afuera, sino a los gobiernos para hacer esto posible, entre ellos el de Reino Unido, adonde esta tecnología tiene un desarrollo importante, e incluso articuló, en conjunto con el Banco Mundial, la Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Energía Eólica Costa Afuera para Colombia.
EDWIN CAICEDO | REDACTOR MEDIOAMBIENTE
@CaicedoUcros | @ElTiempoVerde